Desde principios del año en curso en Alemania hay tantas leyes que prohiben fumar en sitios públicos, sobre todo en bares y restaurantes, como hay Estados Federados, o sea tantas como hay Comunidades Autónomas en España, o sea 17 más o menos. Pero mientras que para todo el Estado Español una sola ley regula este asunto, en Alemania se opinaba que el carácter federal del Estado requería una ley por cada Estado Federado.
Claro que había varios que recurrían contra la nueva legislación. Hoy el Tribunal Constitucional dio razón a estas quejas. Sin entrar en detalles: descartaba, por no tratar igual a los bares y restaurantes, casi todas las leyes emitidas en los Estados Federados, excepto la ley de Baviera por ser la más clara y consecuente e igual para todos, en lo que se refiere a gastronomía.
Los fumadores (y los gerentes de locales que viven sobre todo de ellos) en casi todos los Estados Federados jubilan, y el día siguiente del juicio constitucional volvían a las viejas costumbres.
No así en Baviera: allí no lo hacían como en España (haciendo ni caso a la prohibición de fumar), sino desde un principio inventaron el "club de fumadores": el acceso a los bares fue declarado exclusivo a los miembros de esos clubes.
Un bar al lado del mercado central de Múnich lo pone así en su puerta:
Dice el cartel de arriba: "Club de fumadores 'Zur Gruam'. ¡¡¡Acceso sólo para miembros!!! ¡En la barra se puede hacerse miembro! ¡Hágase miembro!"
Pero también locales de más e incluso de muy alto nivel recurren a estos trucos para evadir la ley y la idea que hay detrás de ella; hasta la sede central de la famosa cervecería Löwenbräu pone en las puertas de su local:
Dice el cartel: "... Fumar en el sótano del Löwenbräu. Hágase miembro en la asociación para el mantenimiento de la cultura gastronómica bávara (VEBWK)".
En términos generales se puede decir que los locales más elevados cumplen la ley, mientras que los locales más corrientes la eluden haciéndose "Raucherclubs".
Para mí que al tener ganas de tomar una cerveza no siempre quiere limitarse a los bares más elevados, esta testarudez de los bares más corrientes de hacer el juego a sus clientes adictos al tabaco me está recortando de forma muy considerable las posibilidades, porque en un local declarado de "club de fumadores" me niego a entrar.
1 comentario:
Después de convivir un montón de años con un fumador me hice bastante insensible al humo del tabaco, pero cuando él dejó de fumar, hace ya 18 años (gracias a Dios) fui recuperando el olfato y el placer de vivir sin humos, y aunque sigo siendo bastante tolerante con mis amigos fumadores y no me atrevo a prohibirles fumar cuando vienen a mi casa, prefiero los locales sin humos. Como ahora se ha prohibido fumar prácticamente en todas las oficinas, afortunadamente no tengo que convivir a diario con fumadores en el trabajo, y si salimos a tomar un café puedo tolerar bastante bien que fumen un cigarrillo. Lo que no me gusta nada es comer en un sitio donde hay fumadores cerca. Para comer si que quiero locales libres de humos, aunque lo pueda soportar si sólo se trata de tomar unas cervezas.
En España se hizo mucho ruido con la ley Antitabaco pero en general nos hemos adaptado bastante bien, locales y usuarios, y se pueden encontrar opciones para todos los gustos.
Publicar un comentario