11 de julio de 2008

Munderkingen (ciudad y estación)

Viaje a Freiburg (Freiburg im Breisgau, a la Friburgo alemana, al norte de Basilea, no a la Fribourg suiza). En lugar de coger el tren rápido vía Stuttgart y Karlsruhe me decidí por la ruta más lenta y más bonita: primero a Ulm, y desde allí siempre a lo largo del Danubio a Donaueschingen (donde nace este río que luego y después de mucho recorrido desemboca en el Mar Negro) - ¡un recorrido maravilloso!

Desde Ulm, desde las 5:54 h hasta las 19:12 h, hay muchos trenes a la fuente del Danubio, cada dos horas por lo menos, y hasta más allá, a Neustadt en la Selva Negra, desde donde en poco más que media hora descienden los trenes a Friburgo sito en la cuenca del Rin.

Decidimos de descender del tren en Munderkingen, a media hora después de Ulm, para comer allí con el vino, el queso y el jamón traídos con nosotros, al lado de una fuente de la cual es de suponer que la hay en una ciudad pequeña de estas características; con la idea de coger el próximo tren a Doaueschingen y la Selva Negra que pasaría 2 horas más tarde.

De esta forma había 2 horas de conocer la ciudad de Munderkingen, ciudad de la cual jamás sabía y he oído algo antes, pero no obstante rica de cosas dignas de ver.- Entrando se ve una plantación de lúpulo (materia prima fundamental para la producción de la cerveza):

Por lo demás: tiene todo lo que tienen estas ciudades alemanas, de las cuales hay tantas - plaza central con fuente, casas con fachadas entramadas etc.:

Luego la iglesia San Dionisio; con una entrada lateral

un detalle muy curioso:

... una cabeza de obispo cortada servida por otro obispo en bandeja - de bandeja sirve un libro, cosa que a mí como bibliotecario me disgusta más aún. (Hasta el momento no he podido enterarme de la leyenda que hay detrás).

Después de esta pausa la vuelta a la estación ferrocarril, muy hermosa, atendida (en taquilla) por personal humano, por lo demás ya ligeramente descuidada:

Fue construída en el año 1870:

A la izquierda se ve unas instalaciones bien hechas para poder dejar las bicicletas, de una forma que no quedan expuestas a la intemperie.

Aquí empieza el abandono:

El horario de la taquilla muy fragmentado, y para entrar en la estación ya no vale la entrada hermosa pensada hace 138 años por el arquitecto.

El vestíbulo de la estación (a la vez sala de espera) poco acogedor es, pero hay que reconocer que hay bastante estaciones ferrocarriles con vestíbulos o no existentes o más miserables:



Lo que consuela y reconcilia con todas las inconveniencias es que al fin y con un retraso tolerable aparece el tren:

2 comentarios:

Cigarra dijo...

La visita a esta linda ciudad, muy apetecible. Tengo que lanzarme a recorrer tus tierras, así poquito a poco, para conocer muchos rincones como este.
Por lo que respecta a San Dionisio, hay varios en el santoral con ese nombre, pero creo que el detalle de la cabeza cortada lo identifica como el Saint Denis que evangelizó la Galia hacia el año 250 d.C. Parece ser que sufrió martirio, consistente en cortarle la cabeza, (como a buen ciudadano romano, ya que no podían sufrir otro tipo de muerte infamante, como la horca o la crucifixión. Por eso a San Pablo se le representa con una espada) Pues es el caso que según la leyenda, tras la decapitación, el buen obispo Denis recogió su propia cabeza y siguió caminando unos kilómetros, hasta que encontró una piadosa dama cristiana que le prometió una tumba adecuada. Esto debió ocurrir cerca de Montmartre, en París, y de ahí el nombre: "monte de los martires"
Y lo de usar un libro como bandeja, probablemente se deba a sus escritos pastorales, como obispo. Aqui he encontrado otra imágen más realista, en la que lleva la cabeza entre las manos
http://www.ciudadluz.net/anec/denis.htm

Cigarra dijo...

Más información en
http://es.wikipedia.org/wiki/Dionisio_de_Par%C3%ADs