La única universidad católica en el ámbito germanoparlante es la de
Eichstätt, una ciudad sita en el sur de Alemania, en el estado federado de Baviera. Las noticias que se encuentran en la prensa difieren, pero se puede deducir que la iglesia católica no paga más de 25 % y el estado de Baviera por lo menos 75 % de los gastos de esta universidad. Pero los que mandan son los obispos bávaros, y él quien más manda es, en lugar del ministro bávaro de la enseñanza superior, Gregor Maria Hanke, el obispo de Eichstätt.
Hasta aquí todo es normal - bueno, normal dentro de una historia de concordatos etc. y dentro de la falta de una separación estricta entre Iglesia y Estado como la conocemos de la vecina Francia.
Pero el lío empezó cuando después de que la universidad había elegido a Ulrich Hemel, simultaneando el trabajo como profesor de pedagogía de religión con él de asesor de empresas, no llegó el "nihil obstat" desde el Vaticano. Podría ser que el mismo papa por su procedencia bávara en este caso intervino por propia iniciativa, pero más probable me parece - siempre siguiendo a lo que se podía leer en la prensa, porque claro, en la página oficial de la universidad no se encuentra ninguna información al respecto - que hubo entre los obispos bávaros o su entorno alguien o algunos que orientaban al Vaticano sobre el presidente electo: Casado la tercera vez, después de que su primer matrimonio fue disuelto de acuerdo con la ley eclesiástica y su segundo matrimonio sólo era por lo civil; que en círculos eclesiásticos se comentaba que Hemel no sería suficientemente obedeciente y sumiso; y que no escondía su postura crítica ante el actual papa.
El obispo Hanke actuaba obedeciente y negaba el nombramiento al presidente electo. Los demás obispos bávaros en su mayoría le apoyaban al jefe de la diócesis de Eichstätt; no se sabe si hubo uno con coraje que se expresó en favor de respetar una decisión de la universidad de la cual se entiende que sí está dotada de cierta autonomía.
El día de hoy la prensa informó que el obispo Hanke destituyó al canciller de la universidad e impuso a ella una dirección provisional compuesta de dos profesores de fuera. Aludiendo a supuestas irregularidades financieras avisó una revisión de cuentas.
Por lo cual el malestar dentro de la universidad, tanto en el estudiantado como en el profesorado, todavía crecía más. Y se entiende el porqué, porque por lo visto la iglesia quiere cambiar la constitución de la universidad (que el mismo obispo Hanke había aprobado hace aproximádamente un año), y parece que el papa ahora reclama el derecho de intervenir muy directamente en los asuntos más trascendentales de esta universidad.
Os informaré del desarrollo o de la salida, si la hay, de este conflicto.
1 comentario:
¿Ha terminado la Edad Media, o todavía dura en muchos sitios de Europa? ¡Hay que ver las cosas que dice y hace la Conferencia Episcopal Española!
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