Al llegar observé tres personas que atravesaban las vías, pero no sin entretenerse un rato tirando piedras de lo que antes ha sido base de los railes contra los cristales que quedaron todavía en una pared de separación de lo que ha sido el andén:
Ante tantas ganas de romper cristales sorprende que quedan de estas paredes todavía algunas que disponen de segmentos relativamente grandes de cristales intactos; aquí mirando al edificio de la estación y a lo que ha sido la salida hacia el vestíbulo:
Una vez abandonada la estación debido a la puesta en marcha de la estación Burgos Rosa de Lima en diciembre del año pasado, la solución de preservar a los edificios de más destrucción ha sido cerrar las puertas y ventanas a cal y canto - como se lo ve, por ejemplo, en lo que antes servía de servicios y de almacén para utensilios de la iluminación; aquí el estado anterior y el actual:
Y así se ve hoy el andén adyacente al vestíbulo de la estación, al lado de la vía primera, de más movimiento de trenes en esta estación, incluso trenes que iban a Lisboa y a París:
¡Qué tiempos aquellos cuando esperando al tren podíamos acortar el tiempo contemplando este pequeño escaparate abierto tanto hacia el andén como al vestíbulo y exponiendo utensilios ferroviarios de antes, a la vez enterándonos lo que pasaba o en el vestíbulo o en las vías y los andenes:
Tampoco faltaban otros accesorios propios de tantas estaciones ferrocarriles de España:
Dos vistas de la estación tomadas desde el norte y el noreste:
(Nota: Lo que se ve detrás no son las torres de la catedral, sino los dos pinos muy hermosos que hay en la plaza de la estación).
Es de lamentar que la belleza del edificio principal de la estación ya desde décadas en este lado no llega a relucir, por las mamparas y sobre todo de la que está pegada al mismo edificio.
Caminando hacia el sur se divisa el andén un poco apartado de los demás del cual, si no acuerdo mal, en tiempos pretéritos salían los trenes ferrobús (¡dos por día!) que vía Aranda de Duero iban a Madrid, haciendo parada en casi todas las estaciones de su recorrido:
Sorprende que más lejos aun, en la punta sur de este andén, todavía se ecuentra material ferroviario ni destruido ni extraviado:
Desde la plaza delante de la estación todavía se puede darse cuenta de la bella arquitectura de esta estación (que data de principios del siglo pasado):
Viendo este detalle:
sueña uno que podría ser la vivienda del jefe de la estación, en un atardecer, a las 8 y veinte - hasta darse cuenta que el reloj se ha parado para siempre.
2 comentarios:
Hola Erlo,
Excelente artículo. Una pena ver la estación así. Yo voy muchos viernes por allí (todavía tenemos el local de la ABUAF en la estación).
Saludos. Emilio.
¡Qué pena da ver el abandono en que están quedando tantas cosas de la RENFE! Es otra faceta mas del desmantelamiento de lo público en beneficio de lo privado. Cada vez hay menos posibilidades de viajar en tren, y más accidentes en las carreteras. Buena planificación se llama eso.
Pero tu reportaje fotográfico es una preciosidad, y haces poesía con las imágenes.
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