Una vez bajado del tren y habiendo recorrido el camino no demasiado largo hacia el centro urbano como primera parada sigue siendo recomendable el edificio del Casino, que hoy en día es bastante democrático, o sea no te ven mal si te ven entrando con pintas que no corresponden al público que hace décadas frecuentaba este sitio.- La entrada vista desde dentro:
El bar (con restaurante) se llama hoy Salaret, y el complemento Catering promete nada bueno:
Pero todavía conserva algo del aire de antes (incluído el humo - ES PERMET FUMAR):
... y más aun lo hace el urinario en los servicios de señores:
Se ve que en el año en el cual se lo instaló no se conformaron con la bien acreditada marca Roca de España sino preferían material inglés.También por lo demás el edificio de dos plantas es precioso:
Forma parte de la decoración el retrato del poeta Miguel Hernández:
A unos pasos más se llega a la Biblioteca Municipal, construída de forma moderna detrás de la fachade de un edifició histórico:
Algo de lo que de estanterías y libros queda de la vieja biblioteca se conserva adecuadamente y sin exclusión de los medios complementarios modernos de la información:
Continuación del recorrido entrando en la parte comercial del centro, zona peatonal: 
... donde todavía algunos comercios medianos y pequeños resisten a la embestida de los supergrandes:
Caminando por las calles adyacentes se recibe las impresiones más diversas:
... hasta llegar a la Casa-Museo Miguel Hernández:
Sorprende que enfrente las palmeras en esta región muy autóctonas se ha sustituido por algo lo que es menos una imitación que una creación artística:
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