... era (a saber: hasta mediados de diciembre del año pasado, cuando se inauguró la línea de ferrocarriles de alta velocidad de Madrid a Valencia) ir por tren en sólo un día de un pueblo de la provincia de Segovia a Barcelona. Sí ha sido posible hasta mediados de los años ochenta, pero con el cierre de la línea de Valladolid a Ariza (pasando por Aranda de Duero) se acabó esta posibilidad.
Después de arruinar una estructura existente y crear otra estructura completamente nueva, cueste lo que cueste, ahora ha vuelto a ser posible: ir en sólo un día en autobús a Madrid, cambiar allí en toda la tranquilidad de la estación de autobuses a la de los trenes (Atocha), disponiendo de horas para poder leer el periódico en un bar con buena luz.
En la estación de Atocha recuerda una placa al primer tren español de alta velocidad que circuló (entre Madrid y Sevilla):
Supongamos que la fecha cayó así de casualidad y no debido a la malicia de algún funcionario ferroviario de simpatías con la monarquía justo en el 61 aniversario de la proclamación de la República Española ...
Lectores atentos de esta placa van a tropezar contra la expresión primer tren de alta velocidad española; se espera leer primer tren de alta velocidad español - pero es que los ferrocarriles españoles se empeñan en promover la marca alta velocidad española, y la marca vence las reglas gramaticales ...
Se agradece que en lo fundamental sigue conservada la substancia de la estación de Atocha, aunque en su interior está sobrecargada de una selva tropical y comercios y restaurantes; simpático como contraste resulta este rincón:
Llegado al tren a Valencia sorprende lo vacío que se encuentra el andén, 3 minutos antes de la partida (pero hay que tener en cuenta que el día de hoy es un día festivo):
Buscando mi vagón me confundió bastante que cada dos vagones disponen sólo de una pantalla de señalización, alternando continuamente (dentro de segundos) los números, de tal forma que uno, por lo menos durante algunos instantes, se vuelve un poquito loco - no sé qué efecto puede tener esto en una persona menos familiarizada con el ambiente ferroviario .... Después de haber bajado del tren en Valencia (¡después de un viaje de sólo 95 minutos!) esta fuente de confusión la documenté fotográficamente:
Al salir de la estación Valencia Joaquín Sorolla se ve desde dentro la entrada a los andenes, casi igual como se lo conoce de los aeropuertos, con aparatos para controlar el equipaje etc.:
En el vestíbulo alguna información sobre los trenes de alta velocidad:
955 km costaron 12,4 mil millones de euros. Para los 327 km de la línea de alta velocidad alemana de Hanóver a Würzburg encontré un coste de 6,1 mil millones de euros (precios de los años 80 y 90). Viéndolo así y sin más conocimientos (de condiciones del terreno etc.) la inversión en España no ha sido cara.
Siguiendo comparando: El billete de tarifa normal para ir en tren de alta velocidad de Madrid a Valencia cuesta 80 EUR; con la llamada tarifa estrella cuesta 48 EUR, con la tarifa web sólo 32 EUR.
Igual como en los ferrocarriles alemanes en España es absolutamente intransparente la cuota de billetes que está a la venta a las tarifas de precios reducidos. En el viaje de hoy me tocó la suerte de poder adquirir un billete a la tarifa más barata web, pero a este precio es muy difícil comprar billete; menos imposible parece la posibilidad de coger billetes al precio de estrella.
En Alemania para ir en tren de alta velocidad de Hanóver a Würzburg hay que pagar en tarifa normal 81 EUR. Con algo de suerte se puede adquirir un billete de 34 EUR, y con muchísima suerte uno de 29 EUR.- Pero hay que añadir que muchos usuarios de tren se compran por 230 EUR por año una tarjeta que les permite ir en todos los trayectos por la mitad del precio, o sea en el caso de la ida de Hanóver a Würzburg por 40,50 EUR.
Aplicando las tarifas alemanas al trayecto Madrid -- Valencia resultaría la tarifa normal de 97 EUR y las tarifas reducidas de 41 EUR y 35 EUR, respectivamente. O sea: ir en tren en España todavía resulta no mucho, pero algo más barato que en Alemania.
Ahora, por lo menos durante algunos años, Valencia tiene dos estaciones ferrocarriles. Menos mal que desde Valencia Joaquín Sorolla hasta la estación de siempre del Norte no es mucho andando a pie, menos que 20 minutos, y además hay servicio gratuito de autobuses para los que tienen que hacer transbordo.
Por tener mucho tiempo y poco equipaje me fui a pie y aproveché ver las bellezas de la Estación del Norte:
En el vestíbulo de la Estación del Norte, estación donde todavía llega y sale la inmensa mayoría de los trenes, y además estación mucho más céntrica que Valencia Joaquín Sorolla, descubrí este aviso:
¡Es increíble la forma en la cual trata la compañía ferroviaria (llámese RENFE o ADIF o lo que sea ...) sus clientes!
Bueno, sea como sea: cogí el tren para Barcelona y después de un viaje de 3 horas y media llegué en punto. Y eso sí es digno de mención: que cogiendo el autobús a las 9 de la mañana cerca de un pueblo de Segovia se puede estar en Barcelona a las nueve menos cuarto de la noche.
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