29 de enero de 2013

Oficina municipal de objetos perdidos

Esta mañana me marcho a la oficina municipal de objetos perdidos de la ciudad de Múnich (de casi 1,4 millones de habitantes) para preguntar si fue encontrado y entregado un determinado documento de identidad no de mí. Me dicen que no. Pido alguna comprobación escrita del hecho que me había presenciado por la pérdida de ese documento y de la respuesta negativa en cuanto a su existencia en esta oficina.

Me contesta la señora en taquilla, desde luego muy amable y atenta, que para expendir tal comprobación tiene que aparecer el dueño del documento legitimándose con otro documento idóneo.

Menos mal que hoy es martes (Dienstag) y queda toda la tarde para el trámite pendiente:
  

Pues antes de las 3 de la tarde nos presentamos, yo más la persona afectada por la pérdida de su documento, en la misma oficina de objetos perdidos. Todo bien, nos dice la misma señora en taquilla con la misma amabilidad que nos van a llamar.

En este momento la cola de espera era cortita, 2 personas delante de nosotros. Pero el tiempo de espera parecía interminable - bueno, para ser sincero: una hora y media escasa. La explicación de la demora se encuentra en este aviso fijado al lado de la puerta la cual lleva a la oficina donde se tramitó al fin nuestro asunto:




Dice: "... implementamos actualmente en varias etapas un programa informático para la gestión de objetos perdidos. A causa de eso sobre todo en la fase inicial pueden resultar tiempos de espera más largos.- Les rogamos su comprensión ...".

¡Claro que no carecemos de esta comprensión! Y más porque así aproveché para ver y entender un poco más de cómo funciona tal oficina.

Percibí que en la organización interna de los objetos perdidos hay (por lo menos) cuatro sectores:

  • Llaves
  • Bicicletas
  • Fiesta de la cerveza (Wies'n)
  • Todo lo demás

Llaves

En la pared del pasillo al lado de la taquilla hay varios paneles. Allí por meses (pero sólo los últimos 3 meses) se ve todas las llaves perdidas y todavía no recogidas.

El panel del mes de diciembre:


parece, lo que me extraña, menos ocupado que él del mes de octubre:


A quien viene y pregunta en taquilla por su llave perdida no le piden más autorización y le mandan a esos paneles, a buscar su llave. Al principio lo veía un poco arriesgado, pero pensándolo bien: ¿Qué posibilidad para fechorías tiene un malhechor ante este montón de llaves de coches cuyo paradero desconoce o de pisos y casas cuyas señas no sabe?

Además, las instrucciones de cómo hay que proceder bien estipuladas y claras son:



Dice abajo el texto en papel rojo: "Muy estimada ciudadana, muy estimado ciudadano: ¡Si pertenece a los felices que han descubierto su llave, rogamos de no quitarla! Por favor, diríjase a una empleada o a un empleado de la oficina de objetos perdidos. ..."


Wies'n

Wies_n: sinónimo para Oktoberfest o sencillamente fiesta de la cerveza.

Esta fiesta termina a principios de octubre. Es de suponer que en aquel entonces los paneles dedicados al evento del año pasado estaban más cubiertos de llaves:


Pero claro, en aquella verbena gigantesca no se pierde sólo llaves; hay otro almacén de objetos perdidos en aquella ocasión bien señalizado:



Bicicletas

La peculiaridad de este género de cosas es que normalmente no se las pierde sino que se las pierde siendo robadas. (Aunque hay quien aparca su bicicleta en cualquier sitio del centro de ciudad, y luego no se acuerda del sitio, y se ve forzado de considerar su bicicleta como perdida).

Debido a que la causa principal de la pérdida de una bicicleta es el robo, en este asunto interviene la policía que en el edificio de la oficina de objetos perdidos ocupa tanto el sótano (Fahrradkeller):



como también el primer piso almacenando las bicicletas que encontró sin dueño en cualquier parte de la ciudad:


Tampoco faltan las instrucciones de cómo hay que proceder si se ha tenido la suerte de haber encontrado su bicicleta entre el montón de las bicicletas encontradas:


Dice el texto: "¿Fue robada su bicicleta?" Y sigue lo que hay que hacer.

El encargado que atiende esta colección de bicicletas mucho trabajo tiene, corriendo entre las distintas dependencias de su almacén:


Dice el aviso fijado al cristal de la puerta de la oficina que tiene en el sótano: "Vuelvo en seguida. ¡Estoy con las bicicletas en el 1. piso!"


Todo lo demás

No me dio tempo para husmear por allí, tampoco me sentía suficientemente legitimado para meter mis narices en los almacenes correspondientes ...

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