Encierra esta denominación un juego de palabra(s): Wein significa vino, Weinlese es vendimia - hasta aquí todo claro. Pero poniendo en WeinLese la ele mayúscula se da otro sentido a la palabra.
En un principio el idioma alemán no conoce mayúscula dentro de una palabra, pero en los últimos - digamos dos - décadas se ha impuesto la moda de ponerlas, muchas veces por pura moda, de esta forma deformando el idioma escrito, pocas veces - como en nuestro caso - con creatividad y con la idea de jugar con la ambigüedad del significado de las palabras:
Lese significa recogida, pero a la vez se puede considerar Lese como substantivo del verbo alemán lesen (= leer), o sea Lese también se puede entender como lectura. Viéndolo así el concepto WeinLese se puede concebirlo como lectura acompañada de una copa de vino, más o menos.
El programa de esta noche: Julia Cortis lee textos de autoras y autores argentinos. La música de tango que acompaña tocan Ulrich Möller-Arnsberg (violín) y Stefan Straubinger (bandoneón):
La primera de las obras que nos presentaba Julia Cortis nos confronta con la horrible dictadura militar que reinaba en la Argentina de los años 1976 a 1983: Leía algo de la autora Elsa Osorio, de su libro publicado en 2010 Sackgasse mit Ausgang (Callejón con salida, 2009).
Después de la pausa el contenido de lo leído resultaba bastante más ligero; escuchábamos capítulos de las obras de los siguientes autores:
- Tomás Eloy Martínez: Der Tangosänger (El cantor de tango, 2004)
- Pedro Orgambide: Ein Tango für Gardel (Un tango para Gardel, 2003)
- Julio Cortázar: Das besetzte Haus (Casa tomada, 1951; publicado por Jorge Luis Borges)
En los intermedios, mientras que descansaba la lectora, actuando el violonista y el bandoneonista:
Al final la lectora sustituyó el libro por el violín y con su música nos despidieron los tres con el grato recuerdo a una velada muy agradable:
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