Muchos años - ¡décadas ya! - veo desde el pueblo donde temporalmente vivo, en el horizonte sur el Pico del Lobo, formando parte de la Sierra de Guadarrama y destacando dentro de ella por la altura de su cumbre, de 2273 m. Y sabiendo que en un principio es bastante accesible, casi tantos años duraba mi sueño de subir.
Ayer me decidí al fin a subir, porque el parte meteorológico para hoy todavía pronosticaba temperaturas propias de verano, mientras que para el día siguiente se avisaba una caída brusca de las temperaturas por 8 grados, o sea el cambio de verano a otoño.
En un principio la subida al Pico del Lobo te hace fácil la carretera de Riaza a Majaelrayo que pasa por el Puerto de la Quesera a algo más de 1700 m de altura.- Dejé el coche en la curva de la carretera que se ve desde arriba y mirando atrás ya habiendo recorrido un pequeño trozo del camino al pico:
Viendo para delante te da un poco de susto de lo que te espera de camino, y sobre todo de subida:
Porque a lo que hay que llegar realmente es lo que se ve en el fondo de la fotografía.
Pronto se aprende que no todo es subida, se entremezclan bastantes bajadas, al gusto del cuerpo, pero la cabeza sabe que todos los metros que pierdes bajando tienen que ser recuperados en la próxima subida ...
Y con este impedimiento no había contado: después de más que una hora que no veía ningún ser vivo de cuatro o dos patas, de repente veo en mi camino 3 reses que me dieron algo de miedo; aquí dos de ellos:
Dí una gran vuelta para mantener la distancia que me separaba de los animales; pero no pasó nada, se limitaron a mirarme con mucha atención, pero no hicieron ningún intento de intimidarme.
A pesar de eso me sentía más tranquilo cuando les ví algo más tarde mirando atrás pacíficamente pasteando:
Entretanto más cerca ya la meta:
Pero todavía queda buen tramo de camino:
Ya muy cerca a la cumbre se encuentra uno con un intento de abrir este monte a los esquiadores (en los años 60 o algo así), un residuo de un funicular; aquí en su contraposición al paisaje natural de cierta estética (pero luego en la cumbre horriblemente feo):
Después de 2 horas y tres cuartos al fin llego a la cima, y mientras tomo mi comida disfruto las vistas de las montañas que rodean el punto:
Al empezar la bajada y mirando a la meseta que se extiende al norte me quitan un poco de gusto las ruinas del ya mencionado funicular:
Al pie de las ruinas se presenta un perro a mi lado:
Parece simpático y no agresivo, pero eso en el momento que aparece y te ladra no sabes ...
Al mismo tiempo me di cuenta que también había unas obejas al pie de las ruinas, y por eso desapareció mi miedo al perro (a pesar de que no ví ningún pastor), y seguía bajando, siendo acompañado por dicho perro por lo menos 500 m.
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