Pero sí era verdad. En esta plaza la mega empresa Siemens tiene una de sus sedes administrativas, y se empeñó en erigir delante de sus puertas una pista de nieve de 12 m de altura y 40 m de longitud, o sea: matar para el tiempo previsto para esta instalación (del 4 al 20 de febrero, paralelamente al campeonato mundial de esquís a más que una hora de tren al sur de Múnich) la estética de esta plaza.
Había oposición a esta intención de la Siemens, pero al fin se impuso (el espacio que tiene la política y la administración pública para actuar está definido por lo que admite la gran industria): Así que durante algo más de dos semanas la gente podía hacer (gratuitamente, menos mal ...) deportes de invierno, y eso a pesar de que durante algunos días las temperaturas eran primaverales; la maquinaria era capaz de proporcionar la nieve:


Cuando llegué hoy al sitio, el segundo día después del cierre de las actividades, quería la casualidad que las temperaturas primaverales de los días anteriores entretanto habían cedido a un frío bastante duro, con temperaturas bajo cero, de tal forma que para deshacer todo este tinglado hacía falta mucho esfuerzo humano:

