Mirando atrás (hacia oeste, río arriba) la Basílica del Pilar sí ofrece cierto encanto, y más a esta hora de la tarde:
Mirando al otro lado (hacia este, río abajo) diviso un puente que me llama la atención, el Puente del Pilar:
Por este puente vuelvo a la otra orilla, e inevitablemente llegan a la mente recuerdos a Hamburgo:
Y viendo desde este puente se ofrecen aspectos aún más encantadores de la basílica tan famosa:
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