Acaba de empezar la verbena de primavera, de dos semanas de duración. Tiene lugar en el gran recinto dentro del centro de la ciudad donde en la segunda mitad del mes de setiembre se desarrolla el Oktoberfest, o la Fiesta de la Cerveza. Es incluso algo como una pequeña Fiesta de la Cerveza, menos espectacular como la auténtica, pero más popular y más humana.
Es tradición que el primer sábado tiene lugar al lado de la verbena un rastro patrocinado por la Cruz Roja Bávara. Entretanto es el rastro más grande del estado de Baviera.
Este rastro empieza bastante antes, pero yo llegué a las doce menos pico. Impacta ver la cantidad de coches que se ve aparcados, en una ciudad que, según una evaluación a nivel europeo efectuada por nadie menos que el ADAC (Club alemán de automóviles) dispone de uno de los mejores sistemas de transporte público:
Bueno, hoy es un día que por las cenizas que nos llegan desde Islandia sobre grandes partes de Europa no puede haber movimiento de aviones, y los coches en tierra intentan de compensar el déficit de expulsión de dióxido de carbono ...
El tiempo es realmente primaveral, después de un invierno bastante crudo lo agradece la gente, y lo disfruta que después de tantos meses puede sentarse en el césped:
Vigila al rastro la Bavaria:
Un zepelín se burla de la suspensión del tráfico aéreo a causa de las cenizas volcánicas:
... mientras que sigue la actividad en el rastro:
Y al lado está la noria de la verbena, y en el fondo la iglesia San Pablo cuya existencia da un encanto especial al entorno. De tal forma que ocurre de pensar a uno que si no existiera esta iglesia tendría que erigírsela ...:
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