Por casualidad encontramos una vez esta cruz en la periferia del pueblo de Mazagatos que hoy volvemos a visitar:
Una cruz así en un principio no tiene nada de especial, si no tuviera incrustadas cuatro cruces de color cera en los cuatro lados de la viga central que despiertan el interés: a malas penas se puede divisar una de esas pequeñas cruces en la foto de arriba, justo por debajo de la viga transversal.
Al lado de esta cruz una vez al año se congegran los habitantes de la aldea para pedir buena cosecha; las cuatro cruces incrustadas tan chiquititas no sólo son de color cera, sino son realmente de cera.
Llama la atención que esta cruz en su tiempo fue colocada en este sitio un poco marginado del pueblo: tal vez fue por el hecho que de este punto se ve muy bien parte del paisaje (agros, pastos, viñedos etc.); hoy al lado de la cruz se encuentra un depósito de vieja maquinaria agrícola:
Se puede estudiar muy de cerca el no simple sistema que fue desarrollado para frenar a los carros tirados por los animales de tracción, la galga:
No habiendo visto jamás en acción a estos carros me resulta difícil entender ciertos detalles de su construcción:
Despedida de la cruz y del pueblo alejándose de él
hacia el río Aguisejo que tantos veranos se vio prácticamente sin agua, y que ahora debido a las lluvias y algo de nieve derretida de las montañas ha salido de su cauce inundando los agros adyacentes, produciendo de esta forma imágenes de un paisaje que recuerdan a las de Alemania del norte:
No sólo por donde pasa el río la tierra fue empapada de agua - hasta en los cerros hubo caminos que se habían hecho intransitables:
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