Cogiendo el tren en Múnich muy temprano, a las 6:26 h, algo antes de las once se llega a Estrasburgo. Curioso que en la sala de espera (de segunda clase) que siendo funcional carece de un encanto especial se encuentra estos relieves:
Ya en el tren a Burdeos, breves momentos antes de partir:
Llegado a Burdeos, desde la habitación del hotel (a un minuto de la estación principal), se divisa esta combinación de arquitectura de hace siglos con la de hoy:
Este edificio muy moderno choca menos con su alrededor si se lo elimina de la vista:
Lo mismo pasa si se elimina el aspecto de este edificio de estética discutible de la vista concentrándose sólo en este conglomerado de tejados:
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