7 de septiembre de 2011

Neuchâtel, entre dos trenes

Desde que la primera vez, en 1973, pasé por tren por esta ciudad me intrigaba verla de cerca y de por dentro; a la ciudad y al lago en cuyas orillas se sitúa ésta, se ve desde arriba.- Después de haber pasado tantas veces más, esta vez sí lo arreglé así que entre el tren del cual descendí me quedaban horas antes de tener que subir al tren para continuar el viaje.

La bajada de la estación hacia el centro de la ciudad no resultó aburrida:

Incluso encuentro una tienda de las de antes, donde compro pan, queso y vino:

... para poder almorzar a gusto en la orilla del Lac de Neuchâtel:

Después sigo el paseo, subiendo al castillo y contemplando desde allí a la ciudad y al lago:
... hasta que al fin debo subir otra vez a la estación para no perder el tren.

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